sábado, 9 de noviembre de 2013





REFORMA AGRARIA

Para muchos de nosotros la palabra REFORMA indica cambios o reestructuraciòn de algo que ya venia funcionando, pero muchas veces  no nos tomamos la molestia de indagar a profundidad  que hay detrás de dichos cambios.

Una reforma agraria es un conjunto de medidas politicas, económicas, sociales y legislativas impulsadas con el fin de modificar la estructura de la propiedad y producción de la tierra.


A lo largo de la historia de América Latina, uno de los ejes principales  del conflicto ha sido la lucha por la apropiación de la tierra.  
En Colombia, desde la década de los  40 hasta la actualidad se vive un inmenso conflicto por la apropiación del territorio. Este conflicto se sostiene y se renueva hasta la actualidad a lo largo y a lo ancho de nuestro país  generando la miseria y muerte de miles de personas.


La guerrilla, el estado, los paramilitares y los diversos medios de comunicación, todo esto asociado al narcotráfico se  profundiza  ignorando por completo a quienes habitan, quienes trabajan, quienes viven en estas tierras: los campesinos.

Así, los campesinos, acorralados por el estado, las fumigaciones, los asesinatos, el bloqueo económico y sanitario y la constante presión de los grupos económicos para que les vendan sus tierras, se ven totalmente presionados a desplazarse, a abandonar la zona.

Estas tierras son luego apropiadas ya sea por estos grupos, por los paramilitares, por la oligarquía ganadera o por narcotraficantes que los continúan usando como base para el lavado de dinero.

¿Qué propone el estado? El estado colombiano, mediante el Plan Colombia y el Plan Nacional de Desarrollo, propone sustituir las plantaciones de coca por la palma aceitera, cacao, caucho o maderables. Por medio de lo que denomina "alianzas estratégicas", los campesinos deberían unirse a los grandes empresarios y   así generar supuestos "polos de desarrollo". Esta experiencia, que ni siquiera es propia ya que es copiada de Malasia, Tailandia e Indonesia, ya ha demostrado allí las terribles consecuencias ecológicas, culturales y étnicas. Se trataría de incorporar a los campesinos en los cultivos de uso legal, pero sin modificar en absoluto su situación de marginalidad vigente de nuestros campesinos. una discusión que se hace cada vez más necesaria y urgente en este país.

En este caso, los campesinos han avanzado en la construcción de proyectos alternativos propios, coherentes con sus lógicas de producción y con la idea vde no abandonar las tierras, que se ha transformado en una lucha por sí misma.
Desde 1994, y luego de intensas protestas, se estableció en la ley 160 la figura de las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) como áreas destinadas a fomentar y estabilizar las economías campesinas , así como a evitar la concentración de las tierras. Con los objetivos de garantizar la seguridad alimentaria y la estabilización socioeconómica en estos territorios, mediante la titularización de las tierras y la imposibilidad de su venta, el estado estaría así "luchando contra la  los desplazamientos". Las ZRC, que llevan más de 10 años de aprobadas por ley, pero que recién están comenzando a implementarse ahora, continúan siendo uno de los principales motivos de lucha de los campesinos, que no se conforman con su sola declaración, sino que reclaman por una política fuerte y coherente por parte del estado para que estas reservas lleguen a cumplir su verdadero objetivo.

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